Hoy en Las Piedras se puede apreciar la capacidad de recuperación del monte entrerriano con más de doscientas cincuenta hectáreas de monte nativo en diferentes estados de conservación y restauración.

Además, se ha recuperado el espíritu de la estación experimental que funcionó a mediados del siglo veinte: hoy, bajo las consignas que aplica el Plan de Alimentación Sana, Segura y Soberana (PASSS), se realizan diferentes prácticas agrícolas en una parcela contigua al antiguo casco de estancia que van desde el pastoreo racional hasta la cría de gallinas en un gallinero móvil de alta tecnología, la producción hortícola y de biofertilizantes.

Durante el recorrido a la reserva se pueden visitar senderos que van desde los setecientos metros hasta los tres mil quinientos con cuarenta minutos de duración para el más corto y dos horas para el más extenso. Estos recorridos atraviesan distintos ecosistemas donde hay presencia de más de 200 especies autóctonas como espinillo, algarrobo, ñandubay y quebracho blanco, entre muchas otras, así como más de 100 especies de aves además de mamíferos, reptiles, anfibios y peces.

Senderos para todas las edades

Este lugar ubicado muy cerca del cruce entre la ruta nacional 14 y la provincial 20 es un rincón entrerriano que perteneció a la familia García Zuñiga en las épocas de Urquiza y era conocido como "los jardines floridos". Luego, a finales del siglo diecinueve, se convirtió en la primera estancia modelo de la provincia, en donde se realizaron instalaciones de avanzada para su época en donde el inodoro en la casa de los peones parecía una excentricidad.

Más adelante, a principios del siglo veinte, la estancia fue adquirida  por el médico filántropo Bartolomé Vasallo quien la donó a la academia de medicina con la intención de que los estudiantes avanzados de la carrera pudieran conocer el lugar.

Colonia, producción y arraigo
A mediados del siglo veinte, durante la gobernación de Héctor Maya, el lugar pasó a formar parte de la Colonia Las Piedras y funcionó una estación experimental donde se ensayaban diferentes cultivos y semillas.
Con el paso del tiempo, la actual reserva se fragmentó y se otorgó en concesión a diferentes entidades. Se hizo ganadería extensiva, explotación intensiva del monte, se sembró soja y hasta funcionó un autódromo. El área de monte nativo se redujo a una parcela de alrededor de cuarenta hectáreas.

Vuelta al origen
Desde hace más de veinte años comenzó un plan de restauración y restitución del monte nativo llevado adelante desde la Municipalidad de Gualeguaychú, se clausuró el autódromo y comenzó una ardua tarea que incluía remover la basura automóvilística y dejar descansar esa parcela para que la naturaleza haga su trabajo. Durante este último período han pasado por el lugar miles, estudiantes de diferentes niveles eductivos, investigadores, turistas, vecinos de Gualeguaychú, personas interesadas en la producción y más.

Ahora Las Piedras es un espacio donde se protege la biodiversidad de un lugar donde nacen las aguas que abastecen a Gualeguaychú cada día, donde los interesados en la producción de alimentos sanos pueden aprender los caminos de la transición hacia un modelo sustentable, donde se puede apreciar lo que se puede generar alrededor de un casco de estancia con producción diversificada y, sobre todo, un lugar donde seguir aprendiendo a cuidar el planeta que tanto necesita la humanidad.