La segunda etapa de “Recetas del Corazón” reunió a un nuevo grupo de personas mayores del Centro Municipal de Día “De Cara al Sol”, quienes participaron del envasado y empaquetado de los pan dulces comunitarios. Esta propuesta, impulsada por la Secretaría de Desarrollo Humano, forma parte de las iniciativas integrales que promueven participación activa, creatividad y vínculos significativos.

Durante la jornada se organizaron mesas de trabajo donde los participantes acondicionaron cada pan dulce, seleccionaron envoltorios y sumaron detalles decorativos que formarán parte de la próxima entrega comunitaria. El clima distendido y colaborativo permitió que cada persona aporte su estilo y mirada, fortaleciendo la construcción colectiva de la propuesta.

El proceso de envasado no solo implicó una tarea manual, sino también un espacio de encuentro. Mientras trabajaban, surgieron relatos, recuerdos de celebraciones pasadas y anécdotas familiares que enriquecieron la actividad. Estos momentos reafirmaron el valor de compartir, construir confianza y generar sentido de pertenencia.

El equipo del Centro de Día acompañó la instancia preparando materiales, orientando el desarrollo del taller y promoviendo una participación respetuosa de los ritmos individuales. Esta modalidad, centrada en el cuidado y la autonomía, sostiene el enfoque del Área de Adultos Mayores en las políticas destinadas a este grupo de la comunidad.

El empaquetado representa un paso clave en la preparación de la celebración que reunirá hoy a los distintos grupos de personas mayores vinculados a las propuestas municipales. Los pan dulces elaborados y presentados por los propios participantes simbolizan la riqueza de los encuentros intergeneracionales, la transmisión de saberes y la importancia de sostener espacios que integran memoria, creatividad y afecto.

Esta nueva instancia de “Recetas del Corazón” refleja el compromiso del Gobierno de Gualeguaychú con el bienestar integral de las personas mayores, fortaleciendo capacidades, generando oportunidades de participación y reconociendo el valor de cada trayectoria de vida. Actividades como estas consolidan el trabajo cotidiano orientado a construir comunidad a través del encuentro, la escucha y el cuidado mutuo.