El Impenetrable: la misión de compartir
La solidaridad como el ofrecimiento de ayuda, y el compromiso con el otro. El tiempo compartido, y una historia que lleva casi diez años de amor hacia los demás.
La solidaridad como el ofrecimiento de ayuda, y el compromiso con el otro. El tiempo compartido, y una historia que lleva casi diez años de amor hacia los demás.
11 de Marzo 2018 Más ciudad para todos
La palabra solidaridad etimológicamente hace referencia a un comportamiento in-solidum, es decir, que se enlazan los destinos de dos o más personas. Así, a través los años, Nieves Carmona, empleada de Obras Sanitarias, ha construido lazos con una comunidad de criollos y wichis del Impenetrable Chaqueño.
Nieves trabaja hace 37 años en la Municipalidad, y comenzó a conocer la realidad del “Impenetrable” a tra- vés de su hija menor, quien realizó en 2008 su primer viaje a misionar con un grupo scout del que forma parte.
A 60 km monte adentro de Miraflores, provincia de Chaco, se en- cuentra el Paraje Paso de la Cruz, donde hace más de 20 años comen- zaron a misionar un grupo de perso- nas de nuestra ciudad junto al Padre Rubén Melchiori. La posta luego, la tomó el grupo scout Ceferino Na- muncurá, y en los últimos años, es un grupo de amigos, quienes se consideran familia, que siguen via- jando cada año con el objetivo de ayudar, compartir y compartirse con quienes viven allí.
“La misión la comencé mas o me- nos hace 7 años, inclusive no fui yo la que empezó a hacerlo, sino que fue gracias a mi hija menor, de a poquito nos fue enriqueciendo, nos fue con- tagiando tanto a mi como al papá , lo que era el Chaco y lo que iban a hacer”, explicó Nieves.
“Mi mamá me enseñó siempre a ayudar, la vida me ha enseñado eso también. De pequeña, mi madre se jugó por mí, para que nunca me falte nada, ella era muy humilde y no veía su sufrimiento”, recordó. “Siempre di- je que el día de mañana quisiera ha- cer un granito de arena para poder ayudar, y de a poco fui remándola, y creo que algo en vida estoy haciendo y seguramente quedará”, agregó.
Para Nieves, el Chaco quizás fue una de las formas que encontró para aportar su granito de arena a la sociedad, para tratar de ayudar a los demás, y para dejar el mundo un poco mejor de cómo lo encontró.
“Cada viaje tiene sus particularida- des, no sólo llevamos donaciones en alimentos o ropa, sino que también vamos a evangelizar, a visitarlos, a veces somos las únicas visitas que tienen en el año”, manifestó.
En el Impenetrable Chaqueño las distancias son enormes, y muchas veces sólo se recorren a pie. Las casas están muy separadas unas de otras, y los niños para ir a la escuela posi- blemente recorran varios kilómetros. Pero para este grupo de misioneros, los 1.100 kilómetros que separan Gualeguaychú del Paraje Paso de la Cruz, no son demasiados cuando la solidaridad y el compañerismo están en juego. “Con el paso del tiempo además, se han generado vínculos, ya tenemos una familia, cada vez que nos despedimos nos decimos que nos vemos pal año”, expresó y añadió “inclusive tenemos ahijados, tuve la suerte hace tres años de que me eligieran como madrina, y enton- ces uno con más razón vuelve, siempre vuelve”.
Hace unos días, Nieves volvió de su séptimo viaje al noreste argentino, “siempre me preguntan porque va- mos hasta allá, tan lejos, yo contestó que acá quien lo necesite tiene ayu- da a dos cuadras, nuestra ciudad es muy solidaria, sin embargo allá no tienen a nadie, además uno al entrar al monte cree que lleva cosas, cosas materiales, pero no es sólo eso, es la vinculación que uno fue construyendo con los años, el encariñamiento, el abrazo, el compartir”.
“Ellos te están esperando siempre, compartimos nuestras vidas, escucharlos, poner el oído cuando muchas veces no hay nadie que los escuche, es tiempo, es un proceso y también es solidaridad”, expresó
Nieves además resalta que los viajes siempre los realizan en invierno, porque el verano en el norte chaqueño es muy caluroso para quienes no están acostumbrados. Respecto a la vida del monte explicó que su comida no es muy variada, que las verduras no existen y que al ser tierras coloradas, y muy secas, no se puede sembrar como le llaman ellos, crían chivos y los venden, y además los cuidan muchísimo, no sólo porque es su fuente de ingreso sino porque corren el riesgo de que sean atacados por los pumas”, añadió.
También destacó la importancia del agua y la falta de la misma en el Impenetrable, “si por ahí fue un año llovedor, juntan el agua en tachos, para beber y cocinar, si ha sido muy seco no tienen otra opción que acudir a charcos, dejar que se asiente y luego utilizarla”.
“Dentro de las familias que visitamos, hay criollos como se les nombra, y además comunidades wichis. Ellos son los más desamparados, sufren más, son muy callados y es muy difícil ganar su confianza, lleva muchísimo tiempo y es un proceso”, agregó. Cada año, cada viaje, trae consigo anécdotas nuevas, historias de vida, experiencias significativas para quie- nes lo viven como para quienes luego las escuchan. “Hay una abuela, que para mí es muy especial, Margarita, además me recuerda mucho a mi madre”, manifestó. “Estuvo internada el año pasado por una grave infección en su pierna, en el viaje anterior no pudimos vernos, pero este año le dieron permiso para pasar las fiestas en su casa, y decidió no volver a la clínica, porque en julio íbamos nosotros, y quería estar en su paraje y aunque sea tomar unos mates”. “En esas pequeñas cosas uno piensa cómo nos tienen en cuenta, lo importante que somos para ellos, imagínate entonces ellos para nosotros”, manifestó emocionada. “Recibirnos en sus casas es un agasajo, es una forma de agradecernos, quizás dan todo lo que tienen y lo que no, para celebrar el encuentro”. “Uno viene lleno, piensa en todo lo que tenemos y no valoramos, en todo lo que ellos no tienen y son felices así, y eso es lo que llena, la simpleza y la felicidad de ser felices al compartir. Volves lleno de amor, de alegría y de ilusiones, y valoras y agradeces, y ves todo lo que aprendes”. Para Nieves, viajar al Impenetrable, es solidaridad, es poner el oído, es ayudar al que no tiene, al que no puede, al que le cuesta. Es compartir el tiempo con el otro, es crear lazos sólidos. “Si tengo que definir, para mi Chaco es amor, es amistad y es compartir”. “Si vos ayudas, sos doblemente feliz, el que no ayuda, no tiene corazón, si aflojáramos un poco todos, si tuviéramos solidaridad, todos estaríamos mejor”, concluyó.
La ReVista Visión Municipal - Dirección de Personal - Edición Agosto 2017.
Jueves 24 de octubre a las 20 h.
Sábado 14 de diciembre - 20 h en Museo Azotea de Lapalma