Recordemos que, entre las 28 personas que en 1844 iniciaron la mítica cooperativa de Rochdale, cerca de Manchester, se hallaba una mujer, Ann Tweedale, que firmó con ellos y en nombre propio el documento de constitución. Esto ocurría cincuenta años antes de que un país reconociera el sufragio femenino (Nueva Zelanda, en 1893) y sesenta antes de que las mujeres británicas pudieran votar en unas elecciones. Así Ann Twedale se convierte en la primera cooperadora siendo la encargada de conseguir el arriendo del primer local donde funcionaría el primer almacén cooperativo.

Más acá en el tiempo, Victoria inició en el mundo de la albañilería como un hobby, ayudando y colaborando con la familia y vecinos. “Mis cuñados me enseñaron todo del oficio. Favoreció al aprendizaje del trabajo que éramos muy unidos con la familia mientras vivía mi mamá y, también, pobres y necesitábamos cubrir nosotros mismos todas las necesidades”.

Una encuesta realizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) muestra que el 75 por ciento de las personas encuestadas opinan que la participación de las mujeres en las cooperativas ha aumentado a lo largo de los últimos 20 años y que las cooperativas tienen un impacto cada vez más positivo sobre las mujeres. Cuando Victoria Amentas fue socia de la cooperativa de trabajo “Los Algarrobos”, -la primera cooperativa en la que participó-, no había muchas mujeres albañiles, y todas eran peones o ayudantes. “Cuando me alejo del negocio familiar que teníamos con mi hermana empecé enserio con esto de la construcción. Ahí comencé a trabajar de manera independiente. Muchas veces no me alcanzaba para vivir y por ser mujer, en la mayoría de los casos, no me contrataban. Ahora mismo hay mucha gente que me conoce como oficial y el trabajo no me sale. Luego comencé a trabajar con patrones. Y por último en una cooperativa. Daniel Olivieri con Los Algarrobos, me abrió las puertas al movimiento cooperativo y ahí todo cambio”.

Las cooperativas contribuyen más a la igualdad de género que otro tipo de empresas del sector público o privado. Definitivamente, las empresas cooperativas apoyan la equidad de las mujeres en su lugar de trabajo, en el mercado, en el liderazgo y en la autonomía económica y autodeterminación.

Oficial y peón

“La diferencia es el manejo de la cuchara” afirma Victoria a la hora de definir roles y funciones en la obra. “Mi cuñado compra el terreno de la esquina y arranca a construir. Él compra los materiales y nosotros ponemos la mano de obra, ese era el arreglo. Y entre cargada y cargada, que dame el material, que dame la cuchara, un día me animé y empecé a manejar la cuchara”.

La cuchara significa todas las responsabilidades. Es asumir que las cosas tienen que salir bien y que tienen que hacerse. Los oficiales tienen que tener voz de mando, deben organizar la tarea y asumir roles de responsabilidades.

Victoria además de ser oficial en su propia cooperativa, lo es, también, fuera de ella. “De ocho a cuatro de la tarde es el horario de trabajo de la cooperativa. La hora extra -el trabajo independiente, fuera de la cooperativa- no siempre está. Algunos me llaman los sábados o luego de las 16 horas, pero por fuera de la cooperativa no hay mucho trabajo.” Victoria realiza su propio presupuesto de cada obra que va a realizar, mira las paredes y ve como están, investiga cómo está el mercado y la calle, actualiza el precio del material a utilizar y si tiene que trabajar con peones o no.

La cooperativa

Ahora es socia de la cooperativa de trabajo “Un Sueño Entrerriano” cuyo presidente es Marcelo Espíndola. La cooperativa, Un Sueño Entrerriano, tiene ya cuatro años de trabajo cooperativo cumpliendo convenios con el Municipio, pero también presta servicios a consorcios de viviendas y realiza trabajos con particulares e instituciones privadas. Cabe destacar que esto sucede gracias a la heterogeneidad del grupo. La casa la hacen desde cero, a partir de los cimientos y la nivelación del terreno hasta el cielo raso, la plomería y la red eléctrica. En la cooperativa conviven entre diez y quince socios, albañiles, plomeros, electricista, techistas, carpinteros y pintores. Al preguntar ¿Qué es una cooperativa? Victoria afirma, “en una cooperativa, somos todos socios y lúchanos todos juntos para sacarla adelante. Para mi está bien, así como está funcionando esta cooperativa. A mí me gusta mucho el sistema.”

 Y si hablamos de desventajas y ventajas del trabajo en cooperativas, “la lluvia es un inconveniente, no tenemos aportes jubilatorios, no disfrutamos de días de vacaciones pagas, no gozamos de obra social. No hay días de licencias, pero si te pasa algo no es que te echan, vos lo hablas con la cooperativa y listo. Marcelo, por ejemplo, se hace cargo de los accidentes.  Pero sí, tenemos trabajo seguro, la plata esta todos los meses, tenemos un grupo de personas que se respaldan entre sí, la responsabilidad de la obra es de todos. No se trabaja ni sábado ni domingo. Tenemos seguro por accidente… Y como en cualquier otra empresa, uno defiende el trabajo con trabajo y yo vivo de mi trabajo.”

Hay un ideal hacia donde tenemos que dirigirnos todos los cooperativistas hacia ese ideal del movimiento cooperativo que es en base a los derechos y principios cooperativos. “El oficio me gusta y mientras el cuerpo me dé voy a seguir por este camino, por el de la construcción y el cooperativismo. Estoy cómoda y es mi futuro inmediato. Mirar hacia adelante. Seguir dentro de la cooperativa. Vivir de lo que me gusta hacer. Es lo que me ofrece hoy por hoy estar en Un Sueño Entrerriano”.